En las zonas anatómicas donde la linfa se detiene,lo hace por no haber
ganglios linfáticos adecuados, en número o en
tamaño,que la transporten hacia la próxima estación
ganglionar. Esa retención de linfa puede ser en cuello,
lengua, mejila, axila o brazo, ingle o pierna.
El mecanismo de esa formación llamada linfangioma, es
debido a un mecanismo que deja de funcionar; normalmente los conductos
linfáticos llevan su linfa hasta los grupos de ganglios
próximos, cuando éstos son malformados, la linfa
se detiene dentro de los conductos de transporte quienes se dilatan de modo
exagerados, y bajo esa piel surge el llamado linfangioma.
Estas formaciones son congénitas, no hay transmisión de herencia
a hijos. No son dolorosos mientras no sufran traumatismos importantes, si
ocurriera, una moderada hemorragia ocupa su interior con
leve presión y despierta dolor. Otra causa de extremo dolor es su
infección.
El color del linfangioma es el de la piel que lo cubre, si
ocurrieran rupturas postraumáticas leves de los pequeños
vasos ubicados en sus paredes, el color se tornará rojo oscuro y sin
dolor por no tener presión dentro de él.
El mayor riesgo es la infección por gérmenes de
la piel, quienes viven a expensas de su contenido rico en proteínas y
azúcares.
Esta malformación puede alcanzar un volumen importante de aspecto
circular o elongado bajo la piel.
El linfangioma se estudia con ecografía convencional o
eco-doppler. Es la resonancia magnética el método más
fiel, y si usaran sustancia de contraste, no se tiñe con ella, al
no circular por los colectores linfáticos. El tratamiento no incluye
sustancias esclerosantes por no actuar y aumentar el riesgo de infección;
iguales cuidados se tendrán con métodos de embolización o
lasser endovascular. El método para erradicar un linfangioma
es el quirúrgico convencional.
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