Esta frase se desprende de haber vivido la pérdida de muchas gónadas por torsión vascular aguda, sin conocer los padres de este riesgo potencial, al minimizar el médico esta patología,
corregible en la primera infancia.
El testículo que no está en escroto puede
palparse con la mano exploradora, untada en jabón o aceite; si su
llegada a la posición correcta no es posible, debe aceptarse que el gubernáculum
tiene una inserción anómala y el escroto
está ocupado por tejido adiposo.
¿Es que tiene valor inducir con gonadotrofina una situación anatómica así? ¿Cómo se tensará el gubernáculum para guiar al testículo a su posición ideal?
La técnica del descenso quirúrgico, realizada por un Cirujano Pediatra, es rápida, sin
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Ubicación de testículos no descendidos
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alguna, y con ubicación de la gónada en su nuevo "bolsillo escrotal". A menor edad los tejidos circundantes son más elásticos y menos fibrosos. Así de generosa es la anatomía. El
testículo en posición no escrotal es de alto
riesgo por su fácil torsión o por el atascamiento de la hernia inguinal acompañante. La cirugía aleja
esos riesgos y de por sí no agrega ninguno de origen técnico.
La posición segura de la gónada se logra por la técnica de "la doble
vía" o del "bolsillo escrotal". En el primer paso por incisión
inguinal, se liberan los tejidos que fijan al testículo en esa posición; y en el segundo paso, por incisión
escrotal, se confecciona un bolsillo entre dartos y fascia del celular, para que el escape a su antigua posición no suceda.
Los cuidados postoperatorios son muy bien atendidos por su madre, y el uso de pañales no es impedimento para llegar a este logro.
Es adecuado el descenso testicular en la primera infancia, antes de los 2 años de vida, y evitar accidentes anatómicos irreparables.
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Técnica de la doble vía |
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Técnica vía inguinal con
reascenso testicular
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